Un artículo liderado por la podóloga e investigadora Sara Zúnica, de la Universidad Miguel Hernández (UMH), y publicado en la Revista Española de Podología, que edita el Consejo General de Podología de España, alerta de que las personas con fibromialgia, una enfermedad crónica que provoca dolor generalizado, rigidez y cansancio extremo, presentan también alteraciones significativas en la salud de sus pies. Estas afecciones no sólo incrementan el dolor (el 81 % de pacientes presenta al menos un punto gatillo de dolor en los pies), sino que, además, limitan la movilidad y agravan la discapacidad de quienes la padecen.
El artículo está basado en una ponencia presentada al 53 Congreso Nacional de Podología celebrado el año pasado (Canarias acogerá el próximo Congreso de Podología en octubre en el que participará Zúnica) y se basa en dos estudios: uno que incluyó a más de 300 personas con fibromialgia que se centró en la función del pie; y otro que abordó las alteraciones morfofuncionales a nivel podológico, como hallux valgus (juanetes), limitaciones articulares, durezas, pies pronados osupinados y puntos de dolor en músculos del pie en el que se comparó a 100 personas con fibromialgia y 100 sin ella.
«Estos problemas no son menores: influyen directamente en la capacidad de caminar, de mantenerse de pie o, incluso, de realizar actividades cotidianas. Si no se abordan, contribuyen a aumentar el dolor y la discapacidad que ya provoca la enfermedad», explica la doctora Zúnica.
El dolor en los pies, un factor ignorado
Hasta ahora, la investigación sobre fibromialgia se había centrado en el dolor generalizado, la fatiga o los aspectos psicológicos, dejando el pie en un segundo plano. «Lo que más nos sorprendió fue la intensidad del dolor en los pies, especialmente al final del día, cuando alcanzaba sus niveles más altos. Este dolor limita de forma significativa la autonomía y la calidad de vida de los pacientes», subraya la investigadora. Así, las personas con fibromialgia sufren dolor en los pies más de 4 días a la semana y la intensidad del dolor alcanza 7,8 puntos sobre 10 al final del día.
El equipo recalca que la salud del pie no puede seguir siendo un aspecto infraestimado: su deterioro incrementa el riesgo de discapacidad y limita aún más la independencia de estas personas.
Tratamientos podológicos eficaces
Las investigadoras destacan que el cuidado especializado de los pies puede marcar una gran diferencia.

Entre las opciones terapéuticas citadas se encuentran:
- Plantillas personalizadas y calzadoterapia: reducen la presión plantar y previenen rozaduras y dolor en deformidades como el hallux valgus.
- Ejercicios de estiramiento: mejoran la movilidad, reducen rigidez y alivian el dolor.
- Punción seca y láser terapéutico: la primera ayuda a liberar contracturas musculares y la segunda aporta efecto antiinflamatorio y analgésico.
Además, el estudio reveló que los pacientes físicamente activos mostraban mejor función del pie que los sedentarios, lo que refuerza la importancia de mantener un estilo de vida adaptado pero activo.
Consejos básicos para pacientes
Las investigadoras recomiendan a las personas con fibromialgia:
- Usar calzado ancho de puntera y con materiales elásticos.
- Realizar estiramientos suaves.
- Evitar el sedentarismo, adaptando la actividad física a su tolerancia.
- Revisar periódicamente sus pies con un profesional de la podología.
- Controlar el peso corporal para disminuir la sobrecarga articular.
Un mensaje final a la sociedad
«Los pies no son solo la base del cuerpo, sino también la base de la autonomía y la calidad de vida. En la fibromialgia, cuidar los pies significa ganar movilidad, aliviar el dolor y recuperar parte de la independencia perdida», concluye la doctora Zúnica.
Fuente: saludemia.com