La búsqueda del producto apropiado puede tomar tiempo.
Los antidepresivos están entre los medicamentos más buscados en línea. Sin embargo, hay mucha información publicada para seleccionar. Hemos recopilado alguna información útil sobre los tipos comunes de estos medicamentos, proveniente de MedlinePlus y del Instituto Nacional de Salud Mental.
¿Qué son los antidepresivos?
Los antidepresivos son medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas de depresión y de otros trastornos de salud mental como la ansiedad. A veces también se emplean para tratar otras afecciones, incluso el dolor crónico y los trastornos del sueño.
Puede ser necesario tomar estos medicamentos por algunas semanas (a menudo de cuatro a seis semanas) para que tengan pleno efecto. Tal vez haya que ensayar algunos tipos diferentes antes de que usted y su proveedor de atención de salud encuentren la mejor opción para usted.
¿Cómo obran?
El cerebro es un órgano complejo y los investigadores todavía están aprendiendo cómo y por qué lo afectan los antidepresivos. Sin embargo, en general, los antidepresivos obran en los mensajeros químicos llamados neurotransmisores. Los neurotransmisores intervienen en la regulación del estado de ánimo, las facultades cognitivas y otras funciones (como el comportamiento, el sueño y la memoria). Surten efecto al cambiar los niveles y la actividad de ciertos neurotransmisores, incluidos los siguientes:
- La serotonina, que ayuda a regular el estado de ánimo, el apetito, el sueño y la percepción del dolor.
- La norepinefrina, que interviene en la respuesta de estrés del cuerpo y desempeña un papel en la regulación del estado de ánimo y del estado de alerta.
- La dopamina, que está relacionada con la motivación, la recompensa y el placer.
¿Cuáles son los diferentes tipos?
Hay diferentes tipos de antidepresivos que afectan la función química del cerebro de distintas maneras.
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son el tipo de antidepresivo más recetado. Obran al aumentar los niveles de serotonina en el cerebro. En general, tienen menos efectos secundarios que otros tipos de antidepresivos.
Los ISRS comunes incluyen fluoxetina, citalopram, sertralina, paroxetina y escitalopram.

Los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) son similares a los ISRS. Ayudan a regular el estado de ánimo al aumentar los niveles de serotonina y norepinefrina.
Los IRSN incluyen venlafaxina y duloxetina.
Los antidepresivos atípicos obran de una manera diferente de los ISRS y los IRSN. Estos medicamentos se pueden recetar cuando otros tipos no surten efecto o causan efectos secundarios indeseados. Las personas con ciertas afecciones o factores genéticos pueden responder mejor a los antidepresivos atípicos que a otros tipos de antidepresivos. Algunas personas los toman junto con un ISRS o un IRSN. Entre estos medicamentos cabe citar los siguientes:
- El bupropión, que también sirve para tratar el trastorno afectivo estacional y ayudar a las personas a dejar de fumar.
- La mirtazapina a veces recetada para las personas con dificultad para dormir o que han perdido el apetito por causa de depresión.
- La trazodona, que también se emplea para tratar el insomnio y la ansiedad.
Los medicamentos antidepresivos más antiguos incluyen los tricíclicos, los tetracíclicos y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Estos medicamentos se recetan con menos frecuencia que otros porque tienden a causar más efectos secundarios. Sin embargo, surten mejor efecto para algunas personas.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
Los medicamentos antidepresivos afectan a las personas de diferentes maneras. Los posibles efectos secundarios incluyen los siguientes:
- Náuseas y vómito
- Aumento de peso
- Diarrea
- Somnolencia
- Problemas sexuales
No todas las personas sufrirán efectos secundarios. Algunas pueden tener solamente efectos leves que desaparecen a medida que el cuerpo se adapta al medicamento.
En algunos casos, los antidepresivos pueden ocasionar efectos secundarios más graves. Entre ellos pueden presentarse casos nuevos o más numerosos de pensamientos suicidas, especialmente en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes. Si eso sucede, es importante buscar ayuda médica inmediatamente.
Fuente: magazine.medlineplus.gov