La hipogeusia es una disminución de la capacidad de apreciar sabores, es decir, del sentido del gusto, lo que puede tener un impacto significativo en la alimentación y la calidad de vida de quienes la padecen.
La hipogeusia puede tener múltiples orígenes, según la Clínica Universidad de Navarra (CUN). Causas que van desde factores transitorios, como infecciones, hasta enfermedades crónicas o progresivas.
Estas causas se clasifican en tres grandes grupos:
Locales
- Infecciones de la cavidad oral: gingivitis, caries o infecciones por hongos.
- Lesiones en la lengua: traumatismos, quemaduras o irritación por alimentos muy calientes o picantes.
- Xerostomía: sequedad bucal que modifica la percepción de los sabores.
Neurológicas
- Daño en los nervios: lesiones en el nervio facial, glosofaríngeo o vago por cirugías, traumatismos o infecciones.
- Accidente cerebrovascular: puede alterar las vías cerebrales encargadas del gusto.
- Enfermedades neurodegenerativas: como el Parkinson o el Alzheimer, que afectan los sentidos.
Sistémicas
- Deficiencias nutricionales: falta de zinc, vitamina B12 o hierro.
- Uso de medicamentos: algunos antihipertensivos, antidepresivos o tratamientos oncológicos como la quimioterapia.
- Infecciones respiratorias: resfriados o sinusitis que interfieren en la relación entre gusto y olfato.

Síntomas de la hipogeusia
Los síntomas de la hipogeusia varían en intensidad y pueden afectar a uno o varios sabores. La CUN asegura que los más frecuentes son:
- Disminución en la percepción de sabores básicos, como el dulce o el salado.
- Cambios en la dieta, con preferencia por alimentos de sabor intenso o desinterés por la comida.
- Problemas secundarios, como pérdida de peso o riesgo de desnutrición.
Diagnóstico de la hipogeusia
El diagnóstico requiere una valoración clínica completa para determinar la causa. Entre las pruebas más utilizadas, la CUN destaca:
- Historia clínica: revisión de síntomas, antecedentes médicos y medicamentos en uso.
- Examen físico: inspección de la cavidad oral para descartar lesiones o infecciones.
- Pruebas de gusto: análisis de la percepción de los sabores básicos con soluciones específicas.
- Pruebas de laboratorio: análisis de sangre para detectar deficiencias nutricionales o infecciones.
- Estudios de imagen: como tomografía o resonancia magnética, en casos de sospecha de daño neurológico.
Tratamiento de la hipogeusia
El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir diferentes enfoques. La Clínica Universidad de Navarra (CUN) identifica varios tratamientos:
Manejo de causas locales
- Tratamiento de infecciones o lesiones bucales mediante higiene oral adecuada.
- Uso de saliva artificial o mayor hidratación en casos de sequedad bucal.
Abordaje de causas sistémicas
- Suplementación de zinc, vitamina B12 o hierro en deficiencias nutricionales.
- Revisión y ajuste de medicamentos que puedan inducir la pérdida del gusto.
Tratamiento neurológico
- Rehabilitación sensorial para estimular el gusto tras daño nervioso.
- Enfoque multidisciplinar con neurólogos y otorrinolaringólogos en casos complejos.
Cuándo acudir al médico
La Clínica Universidad de Navarra (CUN) recomienda consultar con un especialista si se presentan los siguientes signos:
- Pérdida progresiva o severa del gusto.
- Infecciones recurrentes o persistentes en la cavidad oral.
- Síntomas asociados como pérdida de peso inexplicada o fatiga intensa.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado permiten prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente.
Fuente: Daniela Alias/ Clinica Universidad de Navarra/ efesalud.com/